2010: Año Santo Compostelano |
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Sandra Fernández |
sábado, 16 de enero de 2010 |
Millones de peregrinos de todo el mundo acudirán con este motivo a la catedral de Santiago de Compostela.
Se trata del Año Santo Compostelano número 119, desde que el Papa Calixto II, en 1120, concediera a la Archidiócesis española el privilegio de convocar un año santo cada vez que la fiesta de Santiago, el 25 de julio, caiga en domingo.
Cuando en el siglo IX se divulgó por Occidente la noticia del hallazgo del supuesto sepulcro del discípulo de Cristo; uno de los privilegiados testigos de la vida del Maestro, surgió un flujo peregrino que ya nunca cesaría. En torno al sepulcro surgieron templos y monasterios que hicieron de Santiago de Compostela una nueva Roma, a la que acudían gentes desde todo el orbe cristiano, siguiendo una red de vías que tapizaba el mapa de Europa, y que incluía rutas marítimas que utilizaban los viajeros de las tierras nórdicas y de las islas británicas.
De todos los Años Compostelanos celebrados, dos de ellos, fueron ‘extraordinarios’, el de 1885, en el que se produjo la ‘autentificación apostólica’ de los restos corpóreos de Santiago y el de 1938, que prorrogó al normal de 1937 para que los españoles beligerantes en la guerra civil que asoló el país entre 1936 y 1939 impedidos por las circunstancias bélicas de lucrarlo, tuvieran la posibilidad de hacerlo entonces.
Mensaje del Papa
Con motivo de la celebración el Papa Benedicto XVI ha enviado un mensaje al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio Barrio, en el que señala que el Año Santo Compostelano es «Una oportunidad particular para que los creyentes recapaciten sobre su genuina vocación a la santidad de vida, se impregnen de la Palabra de Dios, que ilumina e interpela, y reconozcan a Cristo, que sale a su encuentro. El lema de este nuevo Año Jubilar Compostelano, ‘Peregrinando hacia la luz’, así como la carta pastoral para esta ocasión, ‘Peregrinos de la fe y testigos de Cristo resucitado’, siguen fielmente esta tradición y la reproponen como una llamada evangelizadora a los hombres y mujeres de hoy, recordando el carácter esencialmente peregrino de la Iglesia y del ser cristiano en este mundo».
Por su parte, Julian Barrio, en la Carta Pastoral, invitó a todos los cristianos a «peregrinar a la Tumba del Apóstol para confesar la fe en Cristo Resucitado y recibir la abundancia de la misericordia divina como manifestación del amor de Dios por el hombre concreto».
Los peregrinos
Tradicionalmente, la gran mayoría de los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela vienen por el citado Camino Francés. Son ya un buen número los que lo inician en Roncesvalles, en la frontera francesa, a donde muchos llegan ya con cientos de kilómetros recorridos. Luego en España se incorporan en otros puntos. Los más conocidos son Burgos, León y Astorga.
Los peregrinos son principalmente españoles, y franceses, pero abundan los alemanes, belgas, ingleses, italianos, norteamericanos y brasileños. Pero el cupo de nacionalidades es ingente. No sorprende al viajero hallarse con gentes venidas de Australia, Islas Vírgenes, Sudáfrica, Corea o Jordania.
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