España: epicentro de Europa |
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Sandra Fernández |
sábado, 09 de enero de 2010 |
Durante el primer semestre de 2010, España asumirá la Presidencia del Consejo de la Unión Europea.
El Consejo de la Unión Europea es un órgano de impulso político y de coordinación de las políticas nacionales. Por primera vez en la Historia de la Unión Europea, la Presidencia se desarrollará en equipo; España, junto con Bélgica y Hungría, ejercerá la responsabilidad de presidir la Unión Europea en el marco del nuevo sistema de trío de presidencias rotatorias durante dieciocho meses, desde el 1 de enero de 2010 hasta el 30 de junio de 2011.
La Presidencia del Consejo de la Unión Europea es una gran oportunidad para España, para proyectarse como país, como sociedad y como Estado hacia el exterior. Durante el primer semestre de 2010 España va a ser el país anfitrión de cumbres como Unión Europea-Estados Unidos, y Unión Europea-América Latina.
El pasado 20 de octubre de 2008 se creó el Comité organizador de la Presidencia española de la Unión Europea, con el objeto de garantizar una coordinación específica al máximo nivel gubernamental.
Según fuentes ministeriales, las prioridades de la Presidencia española giran en torno a reforzar la Europa social, con especial atención a la igualdad de género y la lucha contra la violencia doméstica; impulsar el espíritu europeísta y difundirlo a todos los países de la Unión Europea; garantizar la seguridad energética de la Unión Europea y continuar la lucha contra el cambio climático; responder a los retos de la inmigración, y la construcción de un espacio compartido de cooperación judicial y policial; entre otras.
El Tratado de Lisboa
Asimismo, España será la encargada de poner en marcha los acuerdos del Tratado de Lisboa. Algunas de las reformas más importantes que este introduce son la reducción de las posibilidades de estancamiento en el Consejo de la Unión Europea mediante el voto por mayoría cualificada, un Parlamento Europeo con mayor peso, la eliminación de los tres pilares de la Unión Europea, y la creación de las figuras de Presidente del Consejo Europeo y Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad para dotar de una mayor coherencia y continuidad a las políticas de la UE. Además, el Tratado también garantiza que la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea sea vinculante jurídicamente.
La crisis económica
Según el Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, «es la cuarta vez que España asume la presidencia, pero no se puede comparar con las anteriores». En una situación de crisis financiera en todo el mundo, la Presidencia de 2010 tendrá un objetivo estratégico capital: ayudar a la salida de la crisis para que Europa sea una locomotora que tire de la economía internacional y que recupere la creación sostenida y sólida del empleo.
Algunos analistas, y también el Partido Popular, han expresado sus dudas sobre la capacidad de liderazgo en el terreno económico de un país que soporta casi un 20% de paro, la segunda cota más alta de la Unión.
Sin embargo, el deterioro económico de Portugal -mucho más grave que el de España- no impidió a la presidencia lusa en el año 2000 pactar la Agenda de Lisboa que ahora llega a su fin. Asimismo, nadie cuestiona el derecho del Gobierno de Gordon Brown a marcar la agenda de la reforma del sector financiero, a pesar de que Londres ha tenido que nacionalizar buena parte de sus entidades bancarias.
El listón está alto
Madrid recoge el testigo del gobierno sueco de Fredrik Reinfeldt que ha resuelto los temas institucionales, incluida la superación del obstáculo checo al Tratado de Lisboa y el nombramiento del primer presidente del Consejo Europeo y del Alto Representante para política exterior. Además, ha dejado encauzada la reforma de la supervisión financiera y pactada una ambiciosa agenda en el terreno de justicia e interior.
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