Madrid reclama un 'botellódromo' |
|
|
Rodrigo Muñoz |
sábado, 19 de septiembre de 2009 |
Muchos son los jóvenes que se reúnen cada fin de semana y reclaman un espacio donde poder beber alcohol sin la restricción policial.
La construcción de un ‘botellódromo’ sería la solución que los jóvenes parecen proponer para prevenir estallidos de violencia como la vivida el día 5 de septiembre en Pozuelo de Alarcón.
Ayuntamientos como el de Granada decidieron optar por esta solución auque sus detractores argumentan que la provincia dedica sólo a la limpieza y reparación de los aseos de su ‘botellódromo’ 2.000 euros cada semana.
Lo que sí está claro es que no se podrá volver a ingerir alcohol en las calles pozueleras ya que el Ayuntamiento aprobó una normativa que lo prohibía, aunque los jóvenes no tienen claro que se vaya a cumplir.
Redes sociales
Y decisiones como la del Ayuntamiento de Pozuelo han hecho que se cree aún más controversia. A través de diversas redes sociales como Facebook, Tuenti o Twiter se han convocado a los jóvenes para diferentes ‘macrobotellones’. Muchos de ellos son reivindicativos, como por ejemplo el de este pasado viernes 18 celebrado en Moncloa.
Cerca de 20.000 personas aseguraron su asistencia a través de Tuenti y entre los comentarios que podían leer al ser invitados al evento estaban algunos como el de Jesús Fernández que defiende que «el botellón tendrían que permitirlo en las zonas en que no se moleste por la distancia con pisos y viviendas» o como el de Marisa de la Vega, quien se muestra tajante: «pudiendo beber en la calle no me voy a quedar en mi casa».
Desde hace muchos años los madrileños reclaman la instalación de un recinto alejado donde puedan beber y donde se respete la tranquilidad de los vecinos. A través de sms, correos electrónicos o del boca a boca los jóvenes se reúnen para reivindicar lo que ellos consideran un derecho.
El descanso de los vecinos es un derecho, pero la diversión también. Y parece que, de momento, en Madrid, ambas cosas son incompatibles. Los vecinos piden soluciones inmediatas a los ayuntamientos pero estos prefieren hacer oídos sordos porque es posible que sea peor el remedio que la enfermedad.
La pelota pasa de tejado en tejado sin dejar satisfecho a nadie. ¿Es necesario un ‘botellódromo’? ¿Se debe crear una ‘ciudad del ocio’ para que los jóvenes se diviertan sin molestar al vecindario?
|