Crisis y operadoras en guerra: el bolsillo del cliente desinformado se resiente |
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Diana Félix |
sábado, 20 de junio de 2009 |
La archiconocida crisis económica global ha vuelto a hacer de las suyas. Esta vez, aunque parezca un argumento desgastado, se ha aliado con la avaricia de las operadoras de telefonía móvil, en pie de guerra para evitar la pérdida de clientes. Así, uno de los últimos coletazos se pone de manifiesto en el surgimiento de novedosas ofertas para el móvil a medio camino entre virtuosas y peligrosas. ¡Atención!
La batalla encarnizada entre operadoras data del peligro que supone el desembarco en el mercado de marcas blancas y del revolucionario modelo ‘low cost’, por el cual se asienta el concepto de ‘precio único por cualquier servicio’. Dicho de otro modo, se trata de una golosina para los consumidores, quienes, desinformados debido a la sobreabundancia de información, lo conciben como una forma sencilla de controlar el gasto en tiempos en los que es preciso apretarse el cinturón.
Lujo frente a sobriedad
El desembolso en lujo es propio de los gigantes, un lujo que, hasta hoy, se ha materializado en el regalo de un terminal. Sin embargo, a la larga, el cliente paga -y con creces- tal lujo, pues está obligado a firmar un contrato de permanencia por el que la empresa se asegura recuperar la inversión efectuada.
Operadoras de corta edad como son Yoigo o MásMóvil han demostrado que es viable hacer negocios erradicando tal práctica. Con ellas es posible darse de baja en un servicio en cuanto se desee puesto que no existe móvil gratis que comprometa o supedite a las inclemencias del tiempo la posible relación comercial. De hecho, la clientela no es tonta –contrario a lo que pueda pensarse- y las cifras lo corroboran: aproximadamente en un año se han adueñado de alrededor del 2% de la cuota de mercado.
Movistar o Vodafone, entre otras, no se han quedado de brazos cruzados ante la amenaza y, como era previsible, han jugado su baza. Por el ‘Contrato Simple’ de Movistar, llamadas y SMS salen por 9 céntimos el minuto más IVA a lo largo de todo el día. Como contrapartida, el cliente debe renunciar a servicios de excelencia tales como el programa de puntos.
En la misma línea, con Vodafone puede hablarse hasta 90 minutos pagando exclusivamente el primero por el módico precio de 19,9 céntimos (excluido el IVA). En ambos casos es preciso asumir el establecimiento de llamada (15 céntimos) y realizar un consumo mínimo que oscila entre los 6 y los 9 euros.
Escoger el plan adecuado para mis necesidades
Las bautizadas como tarifas ‘planas’, iniciativa en la que Orange ha sido pionera –por 59 euros al mes sin IVA se puede hablar durante las veinticuatro horas del día-, han nacido para paliar el gasto desmesurado al que tienen que hacer frente aquellos cuyo consumo mensual asciende a 30 euros o más. Ahora bien, existe una confusión de términos; en realidad, no se está hablando de tarifas planas, sino de bonos de llamadas. Con ellos se paga una cuota fija al mes y puede hablarse gratis en una franja horaria determinada.
Resultan intuitivas la mayoría de ventajas e inconvenientes que se hallan tras estos planes de precio. Si bien el horario lo impone la compañía –por regla general de 18:00 a 08:00 horas-, el usuario puede adquirir otros bonos -generalmente, ofertas relacionadas con el envío de equis mensajes gratis- y puede apreciar un notable descenso en su factura con tan sólo cuidar las horas en las que realiza llamadas. No obstante, no hay que obviar que el consumo es limitado –en el caso de Orange, 1.000 minutos al mes de los cuales 500 pueden emplearse en terminales móviles-.
El tráfico de llamadas está mermando debido a que la tecnología se reinventa cada día. Es por ello que la guerra se traslada a un nuevo escenario: Internet. Cada operadora está poniendo en práctica distintas estrategias. Tan sólo el tiempo mostrará los resultados.
En definitiva, aunque el cinturón del pantalón esté bien ceñido, el bolsillo puede convertirse en un auténtico coladero si los usuarios pasan por alto leer la letra pequeña. Lo que verdaderamente necesita la sociedad es asesoramiento fiable y desinteresado.
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