La fiesta de la espuma volvió como cada año para hacer disfrutar a los más pequeños |
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jueves, 18 de septiembre de 2008 |
El pasado martes los más pequeños de Sevilla la Nueva llenaron la plaza de los Arcos para acudir a la ya conocida fiesta de la espuma, celebrada años atrás y con mucho éxito, ya que año tras año consigue llenar el recinto.
Pequeños correteando, niños cubiertos de espuma hasta las orejas, abuelos aventureros que llevaban a sus nietos más pequeños al meollo, ‘guerras’ amistosas constantes, atrevidos que pese a estar cubiertos de burbujas hasta las rodillas se arrancaron a bailar y madres que en todo momento no quitaban ojo a sus pequeños e iban detrás de ellos con toallas y ropa para cambiarlos. Ese era el ambiente que se respiraba en esta localidad al mediodía.
La fiesta empezaba a las 12:00 horas de la mañana y contaba con dos cañones gigantes que no paraban de echar abundantes cantidades de espuma. Era una fiesta abierta a todos los pequeños que quisieran pasarlo bien y no tuviesen miedo a mancharse, porque cuando parecía que los cañones no iban a repartir más espuma, ellos volvían a pedir más ya que no estaban dispuestos a que la fiesta se acabase tan rápidamente, por lo que se alargó hasta la hora de comer.
Una plaza de los Arcos que estaba de bote en bote y que además de música, permitía que los vecinos escuchasen como contraste la risa incontrolada de esos locos bajitos. Esta fiesta lleva haciéndose desde hace más de cinco años y cada edición tiene mucho más éxito. Los más inquietos tendrán que volver a esperar un año más para volver a pringarse de espuma y pasarlo tan bien como aquel día.
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