¡Qué pena!, como se deterioran las mentes. Porque digo yo que para hacer lo que hace y decir lo que dice Artur Mas, una de dos, o es un enfermo mental o es un Goebbels y sigue su máxima de que una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad.
La semana pasada nos dejó una entrevista con Jordi Évole que pese ser un poco frívola no tuvo desperdicio. Dejo claro que si Mariano Rajoy hubiese accedido al pacto fiscal hoy no estaríamos en donde estamos, lo cual ratifica las palabras de Rajoy referentes a un chantaje en toda regla en su visita a Moncloa.
Y además, con todo el desparpajo durante la entrevista, al tiempo que huía de la expresión independencia como gato escaldado, nos decía cómo tenía que ser la futura relación, que venía a ser algo así como que todo cambie para que todo siga igual pero siempre que se haga todo lo que él desea.
Me pregunto ¿Sabrá él como queremos los demás que sea esa hipotética relación futura? ¿Quién es él para decir cómo tiene que ser? ¿Por qué hace él lo mismo que critica? ¿No tenemos los demás derecho a opinar acerca de lo que queremos y de lo que no?
Algún día después llegó la oferta de vendedor de peines del Sr. Más. Ni por cuatro, ni por tres, ni por dos, oigan, que si me votan y nos constituimos en estado europeo les bajo los impuestos, les subo las pensiones y todos vamos a vivir mucho mejor. Le faltó añadir que todos los habitantes de Cataluña serían más altos, más guapos, mas rubios y que tendrían los ojos más azules, es decir, que ya no serían catalanes sino suecos.
Y ya, ante el temor de una gran parte del empresariado catalán a un boicot de sus empresas y productos, les dice que sin duda el boicot perjudicaría a España y a sus trabajadores, ya que se cerrarían esas empresas en la otra parte de España, en la que no es Cataluña.
¿De verdad piensa este señor que su locura no tendría efectos en La Caixa, en Gas Natural, en Codorniu o en Freixenet, en Casademont o en Tarradellas, pongo por caso? ¿De verdad piensa que las grandes firmas se quedarían allí? Creo que o bien delira o bien miente de manera descarada.
La verdad es que desde hace unos días sabemos que empresas como Procter & Gamble o Bayer proyectan irse de Cataluña. También Lara y Audi-Volkswagen se han pronunciado a favor de abandonar Cataluña en caso de culminar la locura independentista de Mas y no son los únicos.
¿De verdad piensa Artur Mas que todo ésto está pasando por casualidad?¿Tan ciego está que los árboles no le dejan ver el bosque? ¿O es tan mentiroso y tan egoísta que no le importa engañar a todos aquellos a los que dice representar?
Quiero pensar que, como dijo Abraham Lincoln, se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo, por lo que confío en que serán los propios catalanes quienes pongan en su lugar a este loco mentiroso. De hecho, creo que por ahí van las encuestas de intención de voto de las próximas elecciones, en las que el avance de CiU es de tan sólo dos escaños.
José Luís Martín Miralles
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