Aunque no lo diga expresamente en su programa electoral, la secesión de España es el eje vertebrador de la oferta que Convergencia i Unió (CiU) presentará a los ciudadanos de Cataluña con motivo de las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo domingo 25 de noviembre. "Si el Estado español no es nuestro aliado, hemos de procurar tener un Estado propio", ha asegurado Artur Mas. Duran i Lleida ha ido más allá, quitándose la careta de hombre moderado en lo que a la independencia se refiere y llegando a superar al propio Mas: "Queremos rescatar a Cataluña del menosprecio de un Estado [España] que nos ahoga social y económicamente". Frente a la demagogia rupturista de nacionalistas e independentistas, la única mujer candidata en liza, Alicia Sánchez Camacho (PP).
El Partido Popular acude a la cita del 25-N solicitando el apoyo de todos los que se sienten españoles y catalanes que, en caso de un respaldo mayoritario a CiU, quedarían fuera de una sociedad que siempre se ha caracterizado por ser vanguardista, global e integradora, características que con la llegada del tripartito a la Generalitat en el año 2003 se difuminaron emergiendo el sectarismo y eliminación de 'todo lo español'. Con el pacto entre socialistas, comunistas e independentistas, revalidado en 2006, los medios de comunicación públicos y privados sujetos al régimen nacionalista fueron destinatarios de las mayores subvenciones, las 'embajadas' de Cataluña afloraron y a los comerciantes que rotulaban sus negocios en castellano se les imponían cuantiosas multas.
Desde el año 2010, la presidencia de Artur Mas, lejos de atajar la crisis económica que padece Cataluña, ha traído para esta comunidad autónoma un agravamiento de la misma, un aumento del enfrentamiento con el Gobierno, el desacato de las sentencias del Tribunal Constitucional y del Supremo en lo que a la obligatoriedad de que el castellano sea también lengua vehicular en la enseñanza y, en definitiva, el fomento del odio a lo español, haciendo creer que no se puede ser catalán si no se es independentista. ¿Cree Mas que los catalanes y resto de españoles no saben que mientras practica su discurso victimista y rupturista a los que nos acusa de ladrones le hemos dado ya más de 1.000 millones de euros para paliar sus desaguisados? El apoyo que reciba Alicia Sánchez Camacho en las urnas dirimirá no sólo el futuro de Cataluña, sino el del resto de España. Ruptura o integración. Huída hacia delante o moderación.
Héctor Salazar Fernández (@hsalazar_es)
Abogado, e-Comunicación y secretario general de ASINVER
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